Reconozco que no había oído apenas hablar de Proyecto UNA y sus publicaciones, tampoco de este La viralidad del mal. Quién arruina Internet, a quién beneficia y cómo vamos a arreglarlo. Fue a través del profesor Arkaitz y su maravilloso podcast La Linterna de Diógenes, donde escuché una entrevista en la que comprobé que estos eran textos que me iban a molar y sobre lo que quería profundizar un poco más. No en vano, en un momento dado el profesor lo llega a comparar con la reescritura de El Capital, nada más y nada menos… Y en cierta manera entiendo el sentido en que lo dice, en cuanto a la disección de todas y cada una de las causas y procesos (no siendo yo para nada experto en este último, ni muchísimo menos). Menudo comienzo. A partir de ahí y después de hacerme con sus dos publicaciones, he tenido esta semana de vacaciones para ponerme al menos con el último.
Sobre el libro, decir primero que está escrito muy bien. Es divertido y va al grano, diseccionando los tres sujetos/causas de sus subtítulos con mucha precisión y, para mí, dando en el clavo en muchas ocasiones. En el, básicamente, se analiza la relación entre los discursos de odio en la red, fábrica de la neo-reacción, y las grandes corporaciones, que ellas mismas (y mucha gente) llaman las Big Tech (trascendiendo aquello de las GAFAM). En su contraportada ya advierten algo que nos costó años de entender, una vez perdida la inocencia en la red: “que no es un folio en blanco, sino que desarrollamos un pergamino en el que están inscritas todas las estructuras de poder”. Y esto es así. Ya hablé en otras reseñas sobre cómo, pese a proyectar todos nuestros anhelos de progreso y libertad sobre la red, esta jamás se libró de las cadenas y sus carceleros, que lo aprietan (cada vez más).
Y es en esa discusión pormenorizada que hace el libro de todos y cada uno de los factores que nos llevan a esa situación actual, de odio y propaganda amplificados hasta el extremo, en un entorno digital cercado por intereses variopintos que han aprendido a hacer uso eficiente de las grandes plataformas, donde cobra sentido el parafraseo que hacen en el título con La banalidad del mal, de Hannah Arendt y las referencias al experimento Milgram. El Malismo, como así creo que lo bautizó Mauro Entrialgo, no es más que el resultado de esa maquinaria deshumanizadora de los otros, protegida por una libertad de expresión devaluada, en un entorno de falta de moderación real por parte de las compañías que controlan los jardines por donde nos movemos.
Lamentablemente, esta viralidad de los discursos de odio contra la otredad no se mantiene en la red únicamente, porque, como bien expresan, no hay la “red” y luego la “realidad”: la primera pertenece a la segunda, y no tiene ya sentido referirse a esta como “virtual”. Tampoco huir muy, muy lejos (desconectarse) nos va a alejar del problema, porque nuestra vida cada vez se digitaliza más. Desconectarse, como incluso desear que vengan los malos para fastidiar a los no muy buenos (aunque sean los tuyos pero no estás contento), no solo empeora la situación, sino que solo se puede afirmar desde posiciones privilegiadas, donde crees que nada en tu vida cambiara.
Como el colectivo ya refleja muy bien: “muchos de los problemas que existen en internet, no tienen una solución tecnológica, porque su raíz es social, económica y política. Combinar esas visiones es imprescindible para poder encontrar esperanza de nuevo en medio del técno pesimismo imperante”.
Alba Lafarga, tienen un canal que aborda muchos de estos temas que conforman el primer capitulo (Y el resto del libro). Recomiendo este vídeo, como ejemplo.
Si nos vamos al segundo capítulo, tan solo remarcar que si bien el retrato que hacen de las Big Tech está muy bien documentado, quizás es la parte que más conocemos, quienes nos interesamos por estos temas. No me resultó así con el siguiente, él “El Trabajo de tus sueños o el ocio de tus pesadillas”, donde se pone verdaderamente puntos sobre íes en la relación laboral que tiene el usuariado (quien crea y comparte su contenido) o directamente los trabajadores de las plataformas, respecto a los patronos de ambos, las Big Tech. No solo reflejan muy bien la situación de sus trabajadore/as directos, que sufren las consecuencias, como es el caso de las personas que moderan (cada vez menos) su contenido, sujetas a una violencia visual y una precariedad económica galopante (muchas veces externalizando a países más pobres). Hablan también del usuariado que crea contenido y de alguna manera da la vida a la red con su creatividad y trabajo, también profesional y que se ve sometido a tiranías algorítmicas y a cero capacidad de negociación respecto a las decisiones de los dueños de esas plataformas.
No recuerdo muy bien si es en este capítulo o no, donde también se refieren a la Enshittification un proceso acuñado por Cory Doctorow y que explica cómo, si bien las Big Tech primero ofrecen plataformas gratuitas, una vez eliminada la competencia, proceden a descuidarlas o “Emierdarlas”, hasta que aparecen los servicios de pago que te devuelven la ventaja inicial. Es decir: como usuario/as, aportamos la savia a sus plataformas en un proceso que inicialmente es gratuito, pero que tarde o temprano acabaremos pagando por seguir haciéndolo.
Como siempre, estas reseñas tampoco quieren contar el libro entero, tan solo invocar a leer, pero la cosa se vuelve mucho más interesante cuando empieza a explicar como funcionan los mecanismos de manipulación y llenado de mierda para hacer que estas plataformas o servicios digitales sirvan de canal a las ideas más perversas. También sobre cómo estas son difundidas por personas que en esencia no tienen por qué compartirlas, pero llegan a la conclusión de que respetando los mecanismos de atención del canal que utilizan, es lo mejor para seguir conservando su relevancia. En ese sentido, recomiendo mucho este par de capítulos de El extraordinario, llamados La madriguera de la atención, porque ficcionan muy bien el tema a partir de la historia de una persona concreta.
Buff, son muchos los temas que se tocan en este librín, que sirven para tener una imagen bastante fiel de los procesos sociales que ocurren en el Internet que conocemos y que son parte de la realidad que vivimos diariamente. Recomiendo encarecidamente su lectura… y una concienzuda toma de notas. Un libro que debería estar en la estantería de cualquiera que quiera entender cómo se gobierna Internet… y cómo podríamos empezar a cambiarlo.
Algunos datos del libro:
Título original: La viralidad del mal. Quién arruina Internet, a quién beneficia y cómo vamos a arreglarlo.
Fecha de publicación original: 2025
Autor: Proyecto UNA
Páginas: 273
Edita: Deskontrol.cat
Puedes escuchar la reseña en formato conversación aquí (Generado con Notebooklm)

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